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Reseña sobre "Fiebre de Neón", de Los Bla Bla

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Nunca había pisado el Teatro Mandril y la verdad es que está muy bien presentado: una entrada que tiene una Cartelera, como las que hay en la calle, que te muestra los eventos del mes, una Barra con un pizarrón al fondo que ofrece un Menú variado con precios accesibles, varias Mesas donde uno puede sentarse para tomar y comer y algunos Cuadros y Murales para ver mientras uno espera para entrar a la Sala. Respecto a esta última (ojo con el escaloncito diminuto en su entrada) es bastante simple, porque tiene unas 3 grandes gradas de madera -sin butacas- con una disposición que se parece un poco a la de los circos, sin haber tanta distancia, sin embargo, entre el publico y el escenario. A los actores, al pianista y al equipo técnico (iluminador, sonidista) que participaron en la función, absolutamente nada que reprocharles. Todo lo contrario, dado que me duele la garganta de tanto haberme reído y cantado como nunca.  Manuel Fanego, Sebastiá

Reseña sobre "Corre, Lola, Corre" (1998), de Tom Tykwer.

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El Hombre... Probablemente, la especie más misteriosa en nuestro planeta. Un misterio de preguntas sin respuestas. ¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos? ¿Adónde vamos? ¿Cómo sabemos aquello que creemos saber? ¿Por qué creemos lo que creemos? Desde el primer minuto, con estas preguntas sin respuestas, la banda sonora sumerge a uno en la dinámica de este largometraje, y convierte a Corre, Lola, Corre, (Lola Rennt, el titulo original) uno de los más veloces de todos. El ritmo de la música es constante y siempre va hacia adelante, en compañía de esta trama simple y original -la entrega de 100.000 marcos alemanes a un narcotraficante, por parte de una pareja de veinteañeros- donde la Decisión y el Tiempo pasan a ser la primer pareja determinante de todo lo que va a ocurrir en esta historia. Los planos hechos desde diferentes ángulos para captar una misma acción ofrecen mucha riqueza y generan interés. Esto permite contemplar lo que sucede desde diversos puntos

Reseña sobre "El Circo" (1928), de Charlie Chaplin.

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En una noche aburrida de febrero se abrió un cajón de mi mente, luego de frustrarme al intentar mirar un famoso largometraje (otro día será): The Circus, el nombre de la reconocida película dirigida, escrita, producida, y protagonizada por Charles Chaplin. En Youtube están gran parte del material que este dirigió. Por tanto, me propuse buscar una versión con buena calidad y música, ya que no tolero ver una película de él sin una banda sonora. Por lo menos que haya un piano de fondo, no es necesario que acompañe el ritmo de las acciones. Quisiera comentar dos aspectos importantes sobre el proceso de realización de este título, a modo de introducción, los cuales encontré en un artículo titulado "Filming the Circus": -Filmar este largometraje resulto ser un parto -literal- de 9 meses. Hubo que enfrentar diversos problemas, desde intentos de apropiarse el material fílmico, re-filmación de escenas perdidas a causa de la negligencia de los técnicos, el proceso de separació

Reseña sobre "Hamlet duele o el eco de los aplausos que ya no resuenan", de Hugo Martínez.

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El viernes pasado (14/10) fui a ver la última función de "Hamlet duele o el eco de los aplausos que ya no resuenan", de  Hugo Martínez , en el Espacio Sísmico.   El tiempo, el espacio y el conflicto eran imprecisos. Se desdoblaban y se fusionaban los del 1600 de Elsinor con el presente, a mi entender, con el presente de la función. El vestuario estaba compuesto por remeras y calzas negras, que después cambiaban de color. Y el texto tenía poco valor al lado de los innumerables desplazamientos, contactos y apoyos de los cuerpos en escena (11 en total, 8 mujeres y 3 hombres).  Por un lado, los tres actores expresaban de manera acentuada un aspecto de Hamlet:  Julian Fuentes;. E l cuerpo, relajado, entrenado y dispuesto a desplazarse constantemente;  Federico Díaz;. L a voz, bien proyectada, articulada y muy resonante; y  Rodrigo Fedele;. E l espíritu, con su particular forma de caminar y gestualizar.  Por otro lado, las ocho actrices encarnaban a Ofelia con grand

Reseña sobre “El grado cero del insomnio”, de Emilio García Wehbi.

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“Esta obra no es un espectáculo teatral”  advierte una de las 9 protagonistas en la introducción. Estalla una música jazz y el resto de sus compañeras se presentan. Inyectadas de energía, con una sonrisa de oreja a oreja, ojos bien abiertos, maquillaje excesivo y un look ochentoso, las actrices estaban vestidas con lo más ajustado posible: minifaldas, tops, medias cancán, mallas, que remiten a los programas de tv para hacer ejercicios aeróbicos, y zapatos con taco aguja. Armaron un trencito y todas empezaron a mover sus brazos y sus cabezas a los costados, manteniendo muecas. Después, tres de ellas trajeron una mesa y varias sillas, mientras el resto mantenía la coreografía. De repente, la música se cortó y todas se acomodaron en unas sillas. Aquí comienza el desarrollo, el cual no consta de personajes, lugares o escenas ya que  “Esto no es un espectáculo teatral” . Los parlamentos de cada una se desarrollaban y se interrumpian por los de otra. Por lo tanto, mantener la concentrac

Reseña sobre "Garpa", de Aymará Abramovich y Nicolás Bolivar.

Desde el momento en que me senté, percibí un clima diferente al de los otros espectáculos que vi en el Ciclo Teatro Bombón aquel día. Quiero aclarar que nunca había ido a un evento que involucrara el ballet. La obra comenzó de esta manera. Con una música lenta y una luz tenue, Aymará estaba de perfil frente a la mirada del público, contra la pared y se apoyaba en la barra horizontal de la pared. Daba pasos cortos y luego volvía sobre ellos lentamente, girando sobre su eje y moviendo los brazos extendidos hacia arriba; su mirada estaba fija en Nicolás. Él demostraba un gran despliegue y naturalidad, sin forzar absolutamente nada de su cuerpo. El volumen de la música empezó a crecer y logré entrar en el clima. Pero en un momento estalló una batahola, porque al “director ruso de su obra”, cuya participación a lo largo de la función es mínima e imprescindible, le pareció aburrida y repetitiva su danza. La pareja de bailarines empezó a discutir y ahí se inauguró el conflicto: la búsque